Un alto porcentaje de los niños que nos llegan a consulta lo hacen motivados por bajos resultados escolares. En niños pequeños los padres se quejan de falta de atención pero cuando se superan los 8 ó 9 años los problemas suelen estar relacionados con déficits de las funciones ejecutivas. Son niños a los que les cuesta organizar las tareas, los exámenes, realizar esquemas y luego desarrollar lo que han aprendido porque no se expresan bien. Son niños impulsivos que se adelantan a hacer la tarea antes de terminar de leer en enunciado, son inflexibles a la hora de entender un problema si se lo explicas de distinta manera a como lo hace su profesor, puede tener estallidos y ser emocionalmente reactivo, no toma la iniciativa de sus tareas y un sinfín de signos y síntomas consecuencia de la disfunción ejecutiva.

Las funciones ejecutivas comienzan a desarrollarse muy precozmente, en relación a la maduración de las regiones anteriores del cerebro (lóbulo frontal) lo cual esta determinado genéticamente pero requiere de la interacción con el entorno. Cuando los niños son pequeños los padres los que van guiando y supliendo sus déficits ejecutivos, dirigen la conducta, su atención, le organizan las actividades diarias y supervisan para que no las vaya dejando a la mitad…poco a poco los niños van aprendiendo y adquiriendo estas habilidades que le hacen funcionar de forma autónoma y adecuada socialmente. Sobre los 7-8 años se considera el periodo crítico de mayor auge de mielinización de las zonas frontales.

Las funciones ejecutivas se pueden entrenar con programas específicos de estimulación cognitiva que deben diseñar profesionales expertos y con conocimiento anatómico y funcional del cerebro. Las escuelas y las distintas formas de enseñar el currículo juegan un papel importante en su potenciación. Es por ello que últimamente se interesan por el aprendizaje autodirigido, trabajo cooperativo…

¿Por qué es importante la estimulación de las funciones ejecutivas?

Numeroso estudios demuestran la relación entre estas funciones y el éxito académico y laboral. La evidencia científica demuestra una mayor relación entre el desarrollo laboral con las funciones ejecutivas que con el cociente intelectual. Se publica en esta línea el valor predictivo de la inteligencia ejecutiva como mas fiable y sensible que el cociente intelectual para la superación personal.

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NEUROESTIMULO. Centro de Neuropsicología y Neurorehabilitación. Utrera.

Bibliografía:

La inteligencia que aprende. Marina J. A. 2015

García-Molina A, Tirapu-Ustárroz J, Luna-Lario P, Ibáñez J, Duque P. ¿Son lo mismo inteligencia y funciones ejecutivas? Rev Neurol 2010; 50: 738-46 

García-Molina, A. Enseñat-Cantallops, J. Tirapu-Ustárroz, T. Roig-Rovira. Maduración de la corteza prefrontal y desarrollo de las funciones ejecutivas durante los primeros cinco años de vida. Rev Neurol 2009; 48 (8): 435-440