Neuropsicología Adultos

Neuropsicología Adultos

A diferencia del neuropsicólogo infantil que aborda los déficits en la adquisición de unas funciones cognitivas que están en proceso de desarrollo, en adultos, el cerebro está ya formado, se valoran e intervienen trastornos de funciones cognitivas consecuencias de un daño cerebral (traumatismo craneoencefálico, ictus…), patología neurológica (esclerosis múltiple, tumores, anoxias, encefalitis, epilepsias…) o psiquiátrica que provoca la disfunción de las mismas (esquizofrenia, trastornos bipolares…)

En la edad adulta los cuadros demenciales inician sus manifestaciones con alteraciones tanto cognitivas (despistes, preguntan muchas veces lo mismo, no recuerdo por lo que iba a la cocina, no me salen las palabras…) como conductuales (se vuelven más despreocupados y apáticos o por el contrarios más desvergonzados, cambios en su forma de ser…) o psicológicas (inician con un cuadro pseudodepresivo de desmotivación..) en todos estos casos la valoración para hacer un diagnostico diferencial y preciso y el planteamiento de un programa de estimulación mejorará los déficits y/o frenará la evolución del deterioro dotando al paciente de mayor autonomía y funcionalidad en su vida diaria.

En los últimos años cada vez son más los estudios que apoyan el concepto de reserva cognitiva. Esto es, cómo el nivel cultural y la ejercitación mental previa al diagnóstico nos protege, no de la enfermedad en si, sino de sus manifestaciones. Existen muchísimas publicaciones que destacan la importancia del entrenamiento cognitivo en pacientes sanos, “trabajar para prevenir”. Esto hará que en caso de que vayamos a desarrollar una demencia nos mantengamos más tiempo sin alteraciones.